Wu Zetian

Wu Zetian
Emperatriz china; empezó de concubina y acabó de emperatriz. Casi como nuestra Leticia.

miércoles, 30 de mayo de 2012

El porno tradicional Vs. un nuevo porno.

Es a raiz de un artículo que leí en un blog del país del cual tengo mi propia opinión pero que independientemente de la misma almenos ofrece un espacio para la reflexión de temas que normalmente no surgen o no se tratan así, popularmente, escribiré sobre las películas porno.

El porno es un tema interesante. Cuando se habla de prostitución y se condemna la prostitución, en general, no se habla de la pornografía. Las actrices y los actores pornos se encuentran en un curioso limbo moral que nadie sabe muy bien como gestionar y por ello lo único que se hace es no hablar sobre pronografía como cuestión moral. La sociedad española ha oído hablar sobre Nacho Vidal y Lucía la Piedra y alguna vez se curiosea para ver quiénes son y qué caras (¿caras?) tienen. Lo cierto es que estoy segura que nadie condenará nunca a un tipo por ganarse la vida follando. En el caso de las mujeres es diferente, siempre es diferente: la sacrosanta Iglesia católica se ha encargado de arrebatarnos nuestros cuerpos y de hacer creer a la gente que pueden apoderarse de los mismos o encadenarlos o controlarlos.


Pero no es ese el tema que pretendo tratar hoy aquí. En el link que adjuntaré vemos la opinión de una directora de pornografía sobre la materia. Dice que necesitamos una nueva manera de entender la pornografía, ya que se ha hecho des de un tipo concreto de masculinidad (y discurso y concepciones) y para un tipo concreto de masculinidad, aunque como no hay variantes o diferentes pornos -o los hay en poca medida o de difícil acceso- y aquello que debería gustar o consumir sólo parte de la sociedad acaba siendo el porno habitual y común para todas las personas. Dice que en el porno no ha habido voces femeninas, pero yo, considerando equívoco el término -pensar que una voz femenina supone una actitud que tiene visión de género es pensar que todas las mujeres son tienen esta sensibilidad y, personalmente les puedo asegurar que no es así en absoluto- voy a decir que lo que no ha habido ha sido voces feministas, voces que buscasen la igualdad. Citándola explícitamente dice que debemos buscar un cine porno donde "la mujer es la protagonista y su placer tiene importancia, donde los roles que representamos no son por una vez los de prostituta, lolita, enfermera, babysitter, ninfómana… donde por fin los hombres que se retratan no son el estereotipo del machito cachas y follador..." y pensé que tenía razón. Una o uno puede decir que las propias mujeres quieren muchas veces jugar a la violencia y reproducen los mismos patrones que las actrices porno en las películas pero es facil deducir de dónde saca una o uno el conocimiento sobre el sexo y las actitudes sexuales. En las clases lo poco que daban era reproducción y control de enfermedades. El porno es el gran maestro para muchísimas personas. Te enseña de alguna manera aquello que es un buen polvo o aquello que es follar. Te da ideas y emulas actitudes. No tienes otro espejo donde reflejarte no hay manera de comparar no hay manera de aprender qué es y cómo se hace el sexo (no se habla de sexo, el sexo es algo que se hace en la intimidad, rodeado de tópicos secretos y conspiraciones). ¿Por qué se entiende que una debe saber naturalmente cómo se practica el sexo cuando es algo, en los humanos, profundamente cultural? ¿Por qué pretenden que una entienda que el sexo no es reproducción sino paran de asociar ambas cosas? Y así una crece y después de descubrir los anuncios de acompañantes de los periódicos descubre el sexo on-line y finalmente las páginas de pornografía gratuitas. Y allí es dónde aprende qué y cómo se debe hacer.
Este silencio alrededor del sexo y esta falta de educación es profundamente nociva para todo el mundo. Pero ya que este silencio y esta ignorancia desde las instituciones, las escuelas y las familias es inevitable almenos que el gran maestro, el porno, muestre un tipo de sexo sensibilizado, que tenga en cuenta a todas las personas que participan en él. Que una pueda reflejarse en él, que no debamos ponernos uñas postizas y cara de lolitas con los morros pa fuera y las ganas de tragar pollas muy dentro. Que no sea penetración, siempre penetración, y que no empiece con la excitación del macho y acabe con la corrida del mismo macho ya exhausto...otra vez se trata de crear un discurso propio. Otra vez se trata de que, en este caso y sobretodo las mujeres, escribamos nuestros propios guiones y conduzcamos nuestras propias cámaras y soñemos con nuestras propias fantasías. Y digo mujeres por ser uno de los grupos más marginados y vilipendiados y despreciados y utilizados en el sexo, y ser realmente para nosotras un espejo horroroso el que se nos ofrece, porqué parecemos mulas o burras o perros...pero sujetos desde luego que no. Lo único que se nos permite en el porno tradicional es disfrutar sólo si estamos dispuestas a desear lo que él quiere. Y eso a ellos les gusta. Así que la historia es: él quiere follarte de tal manera, tú -si quieres disfrutar- debes aceptar y debe gustarte dicha manera y demostrarlo apasionadamente y a él eso aún le gusta más. Francamente una está hasta los ovarios del supuesto porno de lesbianas, que sólo va dirigido a varones y para el goce de varones. ¿Dónde está el porno lésbico de verdad? ¿el que no están dos tias al servicio de la frenética mano del tipo que las mira masturbándose? Y ¿dónde está la sensualidad masculina? ¡Queremos a hombres que nos cautiven y que nos seduzcan con su cuerpo y no follándonos como si fuéramos malditos animales! ¡Queremos a mujeres amándose, queríéndose y follándose brutalmente porqué ellas quieren amarse, quieren quererse o quieren, simplemente, follarse como dos locas sin sentimiento ni amor ni nada pero no al servicio de una polla!

Debemos cambiar el porno, desde luego. Dicen que es algo mayoritariamente masculino y que ellos son unos consumidores mucho más numerosos. Y es cierto, no lo dudo. Lo que me gustaría que alguien se preguntara es si no debe ser normal que ellas no consuman un cine que las pone en la tasitura que las pone y las trata como las tarta. Cambiar el porno podría ampliar el público y educar sexualmente con unos valores que valieran la pena.

martes, 29 de mayo de 2012

Nuestras mujeres: objetos con ojos, sin mirada propia.

Fotografía que encontré aunque no era ésta a la que me refería
Es importante tratar la mirada. La mirada y el ojo se asocian al sujeto. Una persona que mira no es lo mismo que una persona que es mirada. La primera ostenta voluntad y puede juzgar ya que tiene la potestad de analizar, de estudiar, de entender...la segunda es un sujeto pasivo, un sujeto mirado, un sujeto que deviene objeto, sin voluntad, sin poder...Icíar Bollaín era consciente, a la hora de escoger el título de su película, qué significaba "dar los ojos" a alguien. Muchas filósofoas han tratado el tema del ojo.

Anuncio al que me refiero. Gracias a Aina he podido encontrarlo.
Es una reflexión que me vi obligada a hacer al ver el anuncio de bañadores que se expone esta temporada en las calles de Barcelona. No recuerdo la marca y no he conseguido encontrar la fotografía (gracias a la aportación de Aida en su comentario he podido descubrir que se trata de calvin klein y que es el siguiente anuncio:)  pero buscando por internet he encontrado una similar. En la imagen que yo vi la mujer se estira mientras el varón, un poco incorporado, la mira. Una está acostumbrada a ver carteles dónde los cuerpos desnudos son el reclamo y aquello que se anuncia queda relegado a un segundo plano. Ya no se sorprende. Pero este cartel, este cartel donde ella y él aparecen sin ropa, donde ella y él supuestamente estan en un plano de igualdad al ser sus cuerpos y no el producto que llevan puesto el reclamo, me produjo cierta repugnancia. Y al rato me di cuenta que era la mirada. La mirada seria de él cae sobre el cuerpo desnudo de ella convirtiéndose en sujeto y en cambio los ojos de ella se pierden en el infinito deveniendo objeto. No hay igualdad. Ella es mirada, él mira.



En la historia del arte ha sido -y es- una constante esta mirada masculina sobre el cuerpo femenino cosificado. Antaño podríamos decir que el problema era que quien hablaba a través de las imágenes era el imaginario masculino heterosexual:





por ejemplo Boucher, que nos muestra la primera de nuestras mujeres -una mujer sexualmente disponible y de piel rosada- o Ingres, orientalista, que imagina de alguna manera ese harén, ese harén que también él quería y que envidiaba a los musulmanes. Ingres, como muchos otros, fue un obseso con el tema de los harenes y de las mujeres de otras partes del mundo, así como Delacroix o Fortuny, que no se escapan de esta magia de la cosificación y apropiación de los cuerpos femeninos: mujeres esperando, disponibles en cualquier momento y cuando el varón las requiera. La condena de la sociedad islamizada desde occidente a causa de sus supuestos valores poco civilizados va de la mano de esa extraña admiración hacia lo exótico, hacia aquello a lo que no pueden acceder pero que imaginan (equivocadamente, como demuestra el libro de Fatema Mernissi "El harén en Occidente", que lo explica maravillosamente) sobre todo por lo que hace referencia al tema de la mujer y su situación social (no tenían en cuenta o no querían saber que, por ejemplo, en China, el "harén" del emperador o sus concubinas luchaban ferozmente entre ellas para poder ser las preferidas y demandadas por el gobernante, incluyendo en esta lucha sobornos por parte de las familias a los eunucos que las custodiaban y que tenían el derecho de decidir quién iba a pasar a las estancias reales y quién, por lo tanto, podría estar cerca del emperador y de alguna manera influenciarlo. Poco que ver con estas mujeres que refleja Ingres tranquilas y desnudas que se abrazan y se masajean comunamente).  


La modernidad no transgredió la figura de la mujer como objeto pero es verdad que la Olympia de Manet fija su mirada en el/la espectadora



y que debemos aceptar que son un tanto inquietantes estos ojos fijos en uno o una. Que no es un cuerpo dejado, un cuerpo espiado, un cuerpo inerme y sin personalidad. La Olympia de Manet, aunque se muestra desnuda, es un sujeto. Y es por su mirada. De alguna manera habíamos dado un paso más, y las mujeres eran miradas y a la vez miraban (en su tiempo fue precisamente la desafiadora mirada de la mujer lo que escandalizó al mundo del arte). Posteriormente, y de la mano de las propias mujeres, podríamos encontrar la mujer que se mira a si misma, el sujeto objetivándose, intentándose entender. Ellas tomaban el relevo a los varones y se dibujaban a sí mismas y a sus compañeras. Intentaban ver quiénes eran, qué eran. Pero... ¿realmente las mujeres han dado el último paso? ¿ Han dejado de mirarse a sí mismas y de ser objeto y sujeto a la vez para devenir observadoras, mironas, sujetos única y exclusivamente? ¿Qué encuentran de erótico en los hombres -y en las mujeres-? Todoas tenemos muy claro qué es aquello sensual de una mujer, aquello atractivo, o almenos el discurso con el que se nos machaca constantemente sobre nuestro físico. ¿Han manifestado ellas qué es lo que físicamente les atrae de los varones? ¿Han reformulado el discurso de la belleza de la masculinidad o permanece aquella que ya construyó la Grecia misógina? ¿Han levantado la voz para crear sobre su supuesto objeto de deseo sexual el mismo discurso que se repiten sobre si mismas una y otra vez? ¿Tenía realmente Froid razón y lo que temen las mujeres es dejar de ser deseadas? ¿Lo que les gusta, lo que quieren, a lo que aspiran es, simplemente, a gustar? ¿Se han apropiado de unos ojos que puedan ver más allá del espejo y miren y juzguen y analicen el mundo, expresando su voluntad y concibiendo deseos propios, nuevos y únicos? un sujeto debe tener su propio discurso, debe expresar su voluntad, debe tener voz e ideas...un sujeto debe crear objetos...y a veces creo que, por lo general, los únicos objetos que han sido capaces de crear las mujeres han sido ellas mismas. Sólo un día, en una exposición del CCCB, vi una serie de fotografías de una fotógrafa que buscaban retratar el erotismo de un varón, el atractivo que ella encontraba en los hombres. Éran unas cuatro o cinco imágenes y yo pensé...por fin! Por fin escucho una voz propia, una voz sexual, una voz que expresa deseo y expresa subjetividad, un discurso nuevo, diferente e inexplorado. Y las miré hasta que dos chicos gais empezaron a reirse ante las imágenes, todo ruborizados y sorprendidos, y supe que no quería escuchar lo que tenían que decir sobre ellas.

Es necesario que aprendamos a crear discursos, que empecemos a mirar con nuestros ojos, con nuestra personalidad y subjetividad. La publicidad no es más que un tópico que no deja de repetir y repetir y me pregunté, mirando aquél cartel que no he encontrado, si alguna vez, en breve, alguna campaña publicitaria haria que fuera ella la que lo mira, que fuera ella la que tuviera los ojos. Que dejaramos de ver el mundo desde esta patriarcalidad y lo pluralizáramos...me di cuenta que hace falta mucha lucha, que está muy lejos. Cuando hablo de machismo mis interlocutoreas me dicen que tengo que esperar, que es un proceso lento, que en unos años saldrán las licenciadas y graduadas y ocuparán lugares de poder...y ahora ya les respondo que si lo que tengo que hacer es esperar, es que nuestro mundo, nombrémoslo como se merece, es machista aún.

Nuestras mujeres son solo espejos, son solo objetos con ojos, sin mirada propia:

lunes, 21 de mayo de 2012

Reflexiones sobre el clítoris que derrumban el frágil castillo de naipes patriarcal, machista, homófogo y falocéntrico.

El otro día lo leí en no sé dónde y me quedé sorprendida pensando que nunca había pensado en ello. Madurando la idea a lo largo de lo días he acabado considerando imprescindible una reflexión acerca del tema. Todo el mundo ha estudiado anatomía y ha tenido que aprenderse las partes de los cuerpos. A todo el mundo nos han dado aquella clase de sexología que era, en realidad, de reproducción. Sabemos que la mano sirve para unas ciertas cosas y que el pie se utiliza para otras, que con la nariz olemos y miramos con los ojos. Pero nadie nunca nos habló sobre el clítoris. El clítoris es el único órgano en el ser humano cuya exclusiva función es dar placer. Una curiosidad como cualquier otra, se dirán. Sin embargo, dándole vueltas, una se pregunta por qué nunca le dijeron que tenía en su cuerpo un órgano específicamente diseñado para sentir el placer denominado sexual. Un hecho que diferencia anatómicamente a los varones de las mujeres. Pocas veces un dos por uno sale menos a cuenta que uno por uno, pero la excepciones existen.

¿Qué supondría ser conscientes de este hecho?

Para empezar toda la normalidad del fingimiento del placer en las relaciones sexuales de las mujeres perdería sentido. ¿Cómo representa que sentir placer tiene que ser más difícil para ellas que para ellos si tenemos un órgano destinado exclusivamente a proporcionárnoslo?

En segundo lugar el falo perdería la importancia capital que ahora tiene. Tuve que explicarle, como tantas personas aún no saben y son adultas, a un niño de doce años, cómo tenían relaciones sexuales dos mujeres si no podían penetrarse o no había falo enmedio. De hecho, dicho órgano permite que sin penetración ellas puedan obtener el placer sexual y mientras escribo esto, y sin haberlo pensado demasiado pero con un iluminado de emergencia, empiezo a creer (años buscándolo con las más retorcidas formas vibratorias y de colorines me permiten preguntármelo), si eso del punto G en nuestro interior no es sólo un invento más, un invento que permita justificar por qué es necesaria la penetración para tener orgasmos, y así dar al falo esta importancia que ha acabado adquiriendo (y no sólo el falo, sino el falo como pene masculino). No estoy diciendo que una se quede indiferente cuando se produce la penetración, las cavidades vaginales son maravillosamente sensibles: estoy relativizando la importancia de dicha actividad en las relaciones sexuales que pretenden los orgasmos.

En tercer lugar se cuestiona, o simplemente se elimina por completo, la asociación entre sexo y reproducción o, dicho de otra manera, eso que nos han querido hacer creer de que el sexo está destinado a la procreación. Por ello, la homosexualidad deja de ser una anormalidad: si el sexo no está destinado a la procreación, ¿por qué tenemos que conceber como normal la heterodireccionalidad? El placer masculino suele provenir de la expulsión de semen, hecho que puede relacionarse con la reproducción, pero...¿y nosotras? nuestro placer no tiene que ver con nuestros óvulos u ovarios. Nuestro placer es libre, es infinito. ¿Se preguntan esto loas biologicistas, loas del foro de la familia, los obispos, cardenales y demás personalidades de la Iglesia? ¿Y cómo lo justifican? Parece que siempre nos vendieron la idea de que nosotras teníamos inherente en nuestro sino el sentimiento maternal -y demasiadas personas lo tienen muy asumido- y nadie nos informó que lo que seguro que tenemos en nosotras físicamente visible y totalmente irrefutable es la forma de obtener placenteras relaciones sexuales, individual o grupalmente, sin tener esto nada que ver o no estar nada relacionado con la reproducción, esta reproducción que supuestamente y de forma natural buscamos, ya que somos así de cariñosas, así de maternales.

Y comienzo a vislumbrar los motivos de la querida ignorancia respecto a dicho pequeño y olvidado órgano de los cuerpos femeninos. Destrozamos, sin querer, todos los argumentos que sustentan nuestro modelo actual, modelo familiar, de vida, de sexo y de relaciones. Se viene abajo el foro de la familia, se vienen abajo los preceptos eclesiásticos que asocian reproducción a sexo, los argumentos que sustentan la homofobia y los prejuicios asociados a la realización de sexo sin pretender tener críos, adquiriendo esta libertad que se nos ha negado des de siempre. Y encima atacando con sus propias armas, aquellas que hacen de los cuerpos condicionantes sociales.

Así que sí, señores y señoras, debemos reivindicar el clítoris. Debemos enseñar a nuestras niñas y a nuestros niños lo qué es y para lo qué sirve. Debemos enseñar que sexo es sexo, sin necesidad de falos, sin necesidad de bebés ni penetración. Sin necesidad de reproducción. Naturalmente, tanto que les gusta hablar de naturalidad, estamos diseñadas para el placer.

B ienvenidas y bienvenidos a un nuevo mundo donde el gozo, el delelte y la libertad reinan -sin corona y sin monarquía, que no nos confundamos, que soy republicana-

jueves, 17 de mayo de 2012

Niñas y niños de trece años optando al puesto de Glenn Close en "Atracción fatal". Michael Douglas es ahora Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife. Dios o la Santa Madre Iglesia peleando por el papel de Anne Archer.

Sí, la moralidad eclesiástica vuelve a ofrecerme la posibilidad de escribir en este blog. Evidentemente una ya no se indigna por lo que esa gente pueda decir, la verdad es que ya me parece hilarante. Lo leí en el teléfono, en el metro, y me reí sola. Es extraño cuando una se ríe o llora sola en los espacios públicos. La gente te mira como si fueras un bicho raro cuándo, por ejemplo, pensando en algo gracioso que aconteció la noche o el día anterior, te pones a reir. O si, por algun tipo de razón, te sientes triste y lloras. En fin, que en esta ocasión sólo fue una pequeña risotada y un desairado gesto con la mano. Me dijeron que hacia tiempo que el obispo de Tenerife había hecho estas declaraciones. Pero yo las leí ayer. Para empezar, como me hizo notar un amigo, la fotografía ya es bien curiosa. El hombre aparece con una cara desencajada y un niño Jesús entre sus brazos. Efectivamente, de esta guisa aparece mientras argumenta que los críos van provocando por el mundo, y que no sólo tientan a uno o a una con sus lascivas miradas sino que pretenden, realmente, ser abusados y abusadas por los curas y personal eclesiástico. Realmente lo desean. Mi amigo sufría por la pequeña estatuilla. Cierto es que me parece muy lasciva. Tiene los brazos en alto y mira al hombre con unos ojillos (y va desnudo!!)...yo entiendo que, realmente, él no pueda controlarse. Él es humano, oye. Y si no se le pueden pedir peras al olmo no se les puede pedir rectitud moral y superación de tentaciones terrenales a la gente eclesiástica... por ello cuando los olmos sepan cómo dar peras los curas podrán empezar a tener un mínimo de credibilidad dando consejos. Lo digo porqué de las declaraciones no es la inocencia de los curas respecto a los abusos a menores (igual que Adán no fue culpable de la expulsión de los seres humanos del paraíso, fue Eva!) lo que más me indigna, si es que alguna de las estúpidas declaraciones puede ya indignarme, sino sus opiniones sobre las personas homosexuales. Resumiendo, dice que actualmente es políticamente incorrecto tratar a estas personas de enfermas dando a entender que, evidentemente, él piensa que son unas enfermas mentales vilipendiables, y, además, al tanto, historiadoreas, el hecho de que otras civilizaciones hayan perecido ha sido a causa de la alta tasa de homosexualidad de sus gentes y del precio que se paga por ello. Digo, no sé a qué civilizaciones se debe refierir, porqué aunque seguramente crea que en la Grécia de Pericles, en la Grecia de Sócrates, en la Grécia de Antígona o de Safo, la homosexualidad era bien vista, no es así. En esa sociedad, una de las más misóginas de todos los tiempos, no estaba permitida la homosexualidad. Si un hombre de una cierta edad mantenía relaciones sexuales con otro hombre de la misma edad era vergonzoso e intolerable. Las relaciones homosexuales se producían entre un hombre de edad adulta que ejercía de amante y colmaba de regalos a un jovencito a la par que le enseñaba como maestro ciertos conocimientos y un efebo, o joven que aún no tenía pelo ni barba y que no pasaba de los veinte y ejercía de amado. Toda una serie de convenciones sociales regían los encuentros. Así, el joven debía resistirse y mostrarse contrariado por las atenciones del hombre mayor, sin ceder ante la insistencia del varón adulto, hasta que eran suficientes los regalos y el tiempo que había pasado y luego accedía a ser penetrado. Si el hombre joven penetraba al mayor se trataba de una gran blasfemia. En fin, convenciones sociales de una sociedad que de tan machista hasta sorprendió a la ya machista sociedad neoclásica que se llegó a preguntar, mientras indagaban sobre costumbres y demás, cómo pudo ser tan esplendorosa una civilización que tanta discriminación profesaba a las mujeres. Y no, que haya muchas diosas no significa nada. Pero este tema  tiene chicha para uno o más posts. Así que volvamos al obispo y sus declaraciones, que dice que las sociedades que permiten la homosexualidad son condenadas, y aunque no las nombre espero que no se refiera a Sodoma y Gomorra, más que nada porqué si a ellas se refiere lo último para lo que sirven es para vender a su dios, que supuestamente perdona los pecados, es magnánimo y bueno. Si de algo sirven esos ejemplos no es para pensar en la homosexualidad sino en qué tipo de Dios estamos creyendo. Sin embargo voy a callarme, porqué cualquier iglesia reserva su parte central a un hombre torturado colgado en una cruz, lleno de sangre y con cara de sufrimiento.

Sigue diciendo que debemos impulsar los valores de la masculinidad y la feminidad. No sé si servirá de algo la historia en el mercado capitalista actual en lo que lo único que importa es la producción de dinero, pero debemos recordar que antaño la Iglesia consideraba óptimo enseñar que la tierra era plana y que los seres humanos éramos o bien una costilla o bien arcilla modelada por un hombre con barba blanca que vive en el cielo y escoge un pueblo para que sea su favorito y así divertirse viendo como a lo largo de la historia torturan a dicho pueblo, lo matan, lo sacrifican y lo esclavizan. Que cada cuál piense si educativamente hablando la religión católica ha sido pionera en los conocimientos y ha procurado por el desarrollo de la humanidad y la adquisición de preceptos innovadores que faciliten la vida a las personas y las hagan más analíticas, críticas, razonables y menos moldeables y susceptibles a ser manipuladas. Acaba el hombre con un alegato a la naturaleza indigna de los seres humanos cuando nacen que deben ser educados (quiero decir, su dios lo hace todo muy mal) para que sean un bien para la comunidad.

El obispado, preocupado por las declaraciones del hombre, ha salido a la defensa del muy señor mío diciendo que no estaba justificando el condenable acto del abuso a menores (menores que como sabemos son unos pervertidoas que quieren ser abusadoas) pero no se ha posicionado respecto a las declaraciones sobre la homosexualidad. Y yo me pregunto...si el hombre, cuando habla de menores, habla en masculino "Puede haber menores que sí lo consientan -referiéndose a los abusos- y, de hecho, los hay." ¿estamos hablando de sodomía homosexual pederástica abusiva? A los olmos sámaras, y a los perales peras. Muy señor mío, por su dios y por la dignidad de la especie humana, cállese.

lunes, 7 de mayo de 2012

La única mujer: la joven, bella, cándida, pasiva y que se mira a sí misma a través de los ojos de los y las demás.

La revista seventeen de Nueva York ha desestimado el recurso que se le presentó de poner, almenos una vez al mes, una imagen no retocada de chicas adolescentes. Según su comunicado dice no utilizar el photoshop en demasía y presentar a las adolescentes de dicisiete años tal y como son, ya que trabajan con mujeres reales de todas las etnias y tallas. Francamente cuando miro la fotografía me dan ganas de reir, de reir o de llorar. No es simplemente que la iconografía presenta una mujer adolescente imposible y a la que no se podrá emular aunque una lo pretenda -con la consiguiente bajada de autoestima- sino que los temas que trata la revista son dignos de comentar. Cómo ser caliente y atractiva sexualmente en biquini, justin bieber, cómo adelgazar, moda y promociones varias que siguen la índole de cualquiera de estas revistas. Aquí tampoco nos salvamos.

Y los temas...sexo, chicos, moda, Victoria Justice, las niñas más bonitas de Hollywood, belleza... Vaya, enseñándoles quiénes deben ser y cómo deben ser y cuáles son los temas que les deben interesar...siempre con una chica en portada de sonrisa inocente y cándida y rostro amable que, como si fuera totalmente normal y no le prestara atención alguna, muestra su cuerpo como quien no quiere la cosa.
Es evidente que la indústria de la "belleza" necesita de consumidoras que quieran cambiar, modificar y "arreglar" su cuerpo, y por ello requieren de mujeres que no están a gusto con el mismo y pretendan cambiar, modificar y "arreglar" la anormalidad de su físico. Tan poderosa es la influencia que no son capaces de ver que alrededor suyo, la realidad de las mujeres de su entorno no se corresponde tampoco a la realidad de las revistas. Pero ya tienen la autoestima tan por los suelos que lo que en ellas sí ven no lo ven en las demás.
Lo peor es que crean a unas enfermas crónicas. En la adolescencia sólo están iniciándose, no es algo que se espere que superen. Quieren que la herida se haga más profunda y que el estilo de vida de nuestras mujeres verse y de vueltas alrededor de temas estéticos vanales y sin solución alguna ya que nunca podremos llegar a la "perfección" de las mujeres de portada, más que nada, porqué estas mujeres de portada son una ficción, aunque ellas no sepan verlo. Así, años después, la misma que comenzó comprándose ragazza se comprará marie claire, que habla sobre los romances de verano, sacarte partido en biquini, lady gaga, moda, sexo y dietas. Francamente maravilloso.  


Anuncio antiarrugas

Cosmopolitan, Cleo o Elle no son mucho mejores. La mujer de las revistas de mujeres es una mujer joven, infantil, sexy, provocadora, innocente, cándida, divertida, delgada, de pelo largo y aventurera o atrevida, tal y como les gustan al estereotipo de macho. Sexual siempre hasta un punto, un punto en el que el límite no lo trazan ellas sino ellos. La sexualidad femenina es aquella permitida por el estereotipo masculino. Los roles no se rompen y aunque pueda tomar la iniciativa es, en realidad, pasiva. Y así, en todo. En la publicidad la mujer que se presenta es esta misma. En el cine las actrices tienen papeles sólo cuando son jóvenes, y cuando maduran, en lugar de ser igual que los varones que adquieren papeles más protagonistas y más complejos, pierden cota de pantalla, y acaban relegadas a ser las "madres de" o las brujas malas. Su aprendizaje, a diferencia de ellos, fue su máxima plenitud, y cuando ya serían unas actrices que se comerían la pantalla deben ceder el paso a las más jóvenes y aceptar que aunque no sean viejas no hay lugar para ellas en el mundo de la ficción, en el que sólo las jóvenes que cumplen ciertos cánones de belleza pueden triunfar. Las mujeres llevan peor esto de envejecer, y se critica que no lo sepan hacer, que se operen, que se alisen la piel, que quieran conservar altos sus pechos y firme su culo. Pero para ellas envejecer no supone lo mismo que para ellos. Ellos podrán protagonizar películas y podrán tener una pareja femenina mucho más jóven que ellos mismos a la par que se asociará a la vejez o madurez masculina la sabiduría. Ellas se ven caminando ya hacia el repudio social y la exclusión total. Teniendo en cuenta que normalmente no han conseguido alcanzar cotas de poder en el ámbito laboral bien por haber sido discriminadas bien porqué ya se encargaron que consideraran que su tarea era la de la reproducción, reafirmarán que era sólo su belleza y su juventud aquello que las hacía válidas en sociedad. Y así es tristemente como se untarán con antiarrugas, con las carísimas cremas que les venderán como último recurso y al que se aferrarán como a un clavo ardiente, esperando que aquél supuesto último aliento de vida social que les queda, de supuesta belleza, aguante aún, un poco más. Antiarrugas que, evidentemente, anunciará una mujer de trenta años que no lo necesita ni requiere.

La presión social a las que se nos somete a las mujeres es muy alta, es cierto. Des de niñas aprendemos que en lugar de ser el sujeto que se mira en el espejo debemos ser el reflejo del maniquí que hay en el otro lado. Pero esta cadena es una cadena y un montaje social que podríamos vencer y romper. Si la sociedad realmente nos perteneciera seríamos capaces de valorarnos como personas y tener un sitio en ella durante toda la vida. Conformamos la mitad del conjunto de la humanidad y aceptamos (y expandimos y nos créemos) estúpidamente estas reglas absurdas que nos perjudican. Aceptamos que nos digan quiénes tenemos que ser, cómo tenemos que ser y qué debemos hacer. Es un montaje y una ilusión. Es una mentira que nos créemos. Son las sombras en la caverna que pensamos y entendemos como realidad. Es el show de Truman. A ver cuándo se nos acabará la paciencia, cuándo sonarán nuestras alarmas y cogeremos ese bote para adentrarnos al mar y descubrir que aquél cielo azul era de cartrón/piedra. Cuándo seremos suficientemente capaces para saber que el mundo no es como es porqué sea así sino porqué nadie lo cambia. Cuándo, en fin, nos miraremos y sabremos que somos los sujetos, aquellos sujetos que íntegros se reflejarán en el espejo y sonreirán.

miércoles, 2 de mayo de 2012

"Ventajas" del patriarcado. Las esclavas con cadenas de oro.

Ayer se quedaron tres parejas heterosexuales presas en el monumento de Colón. Digo parejas heterosexuales porqué si bien cuando alguien habla de parejas todo el mundo las imagina como varón y mujer considero que de tipologías parejiles hay muchas y no debemos entender ninguna como la prioritaria o "normalizada", como cuando se habla de autores por sus apellidos y estos son mujeres y una o uno lo especifica, entendiendo que si es un varón no debe decirse porqué así se concibe des de un buen principio, denotando que el imaginario colectivo es aún androcéntrico y heterocentrado. Pues bien, tres parejas (como ya he dicho y no es necesario repetir tres mujeres y tres hombres), dos españolas y una japonesa, se quedaron atrapadas en el monumento de Colón durante seis horas. Las seis personas se comunicaban con el exterior a través de los teléfonos y los interfónos y si bien debieron ser seis largas horas de su vida no sufrieron percance alguno. Nadie tenía claustrofobia ni acusada misantropía. Después de intentar rescatar al personal con un helicóptero -para hacerlo así en plan peliculero, que siempre mola, además de que no se producen situaciones tan interesantes y que causen expectación demasiado a menudo (normalmente son gatos en árboles o incendios que más que incendios son humaredas)- decidieron que una vulgar grúa era más adecuada para tal operación y después de esperarla, colocarla y alzarla consiguieron llegar a las y los prisioneros involuntarios. No sé a partir de aquí cómo se desarrollaron los acontecimientos y se hicieron las elecciones. Quiero decir, tuvieron que realizar dos viajes porqué sólo cabían, o eso parece, tres personas en cada uno de ellos. Primero bajaron a las tres mujeres que fueron aplaudidas al llegar al suelo y después a los tres varones que, supongo, también debieron aplaudirse aunque el diario no lo especifique. Me pregunto sorprendida porqué se decidió por sexos el orden de salvamento y si en el caso que sus vidas hubieran peligrado los varones hubieran tenido el amable detalle de dejar bajar a las mujeres o las mujeres hubieran permitido que una desconocida ocupara el lugar de su pareja a quien, supuestamente, quieren. Poniéndome yo en esa situación y entendiendo que, en principio, me beneficia dicho sexismo, me pregunto qué hubiera hecho. A la par intento desentrañar el misterio por el cuál se acepta tan tranquilamente y con tanta normalidad que ellas tocaran tierra primero sólo por ser mujeres. Y qué se hubiera hecho si el número de hombres y mujeres no hubiera sido parital. Qué lógica se habría seguido entonces si es que alguna lógica a parte de la amable y sacrificada de Leonardo Di Caprio en el Titanic se ha seguido. No soy capaz de comprenderlo. Una revindica la igualdad, y la quiere. Por ello no preciso que me abran la puerta si no es por educación, me retiren la silla, pretendan ayudarme aunque no lo necesite o me muestren deferencia alguna por ser mujer, igual que no soporto que sirvan el vino para que lo pruebe a la persona del sexo masculino que me acompañe, ya que si a mi no me gusta el vino el vino no se va a consumir. Ir conmigo a un restaurante es aceptar que si algun o alguna camarera adopta actitud similar va a ser incriminado o incriminada, con una sonrisa, eso sí. Tampoco me gusta que sirvan las bebidas sin preguntar ya que normalmente se regentan por principios que entienden que la voll damm o el café con hielo va a ser para él y la clara o el café con leche para mí. Renuncio a cualquier tipo de "ventaja" que se me ofrezca en esta sociedad patriarcal por ser mujer, que hay muchas de estas mujeres liberadas y feministas que luego, cuando se trata de caballerosidad no pretenden ya la igualdad. Más que nada lo hago porqué apuesto por la educación y el buen trato, e igual que yo voy a abrir la puerta a mi acompañante si voy delante o dejaré pasar a las personas porqué me parece de educación, espero que los y las demás hagan conmigo lo mismo. De hecho demasiadas veces me ha puesto nerviosa el ceder el primer lugar a una mujer y ver, por su respuesta, que entiende como normal que esto suceda (y que por ello no da las gracias o no sonríe o no manifiesta agradecimiento alguno), sin tener en cuenta que, primero, yo también soy una mujer y que, segundo, es repelente pensar que por tener útero y tetas tienen que dejarte pasar.

En fin, que quizás es mejor que quedaran apresadas en el monumento de Colón -italiano, catalán, castellano...un hombre francamente internacional que no hubiera tenido problemas de fronteras y pasaportes porqué pertenece a todos los países-  las personas que allí se quedaron, ya que si hubiera sido yo quizás habría sido más difícil decidir el orden del descenso y más problemática la solución final.