Ayer se quedaron tres parejas heterosexuales presas en el monumento de Colón. Digo parejas heterosexuales porqué si bien cuando alguien habla de parejas todo el mundo las imagina como varón y mujer considero que de tipologías parejiles hay muchas y no debemos entender ninguna como la prioritaria o "normalizada", como cuando se habla de autores por sus apellidos y estos son mujeres y una o uno lo especifica, entendiendo que si es un varón no debe decirse porqué así se concibe des de un buen principio, denotando que el imaginario colectivo es aún androcéntrico y heterocentrado. Pues bien, tres parejas (como ya he dicho y no es necesario repetir tres mujeres y tres hombres), dos españolas y una japonesa, se quedaron atrapadas en el monumento de Colón durante seis horas. Las seis personas se comunicaban con el exterior a través de los teléfonos y los interfónos y si bien debieron ser seis largas horas de su vida no sufrieron percance alguno. Nadie tenía claustrofobia ni acusada misantropía. Después de intentar rescatar al personal con un helicóptero -para hacerlo así en plan peliculero, que siempre mola, además de que no se producen situaciones tan interesantes y que causen expectación demasiado a menudo (normalmente son gatos en árboles o incendios que más que incendios son humaredas)- decidieron que una vulgar grúa era más adecuada para tal operación y después de esperarla, colocarla y alzarla consiguieron llegar a las y los prisioneros involuntarios. No sé a partir de aquí cómo se desarrollaron los acontecimientos y se hicieron las elecciones. Quiero decir, tuvieron que realizar dos viajes porqué sólo cabían, o eso parece, tres personas en cada uno de ellos. Primero bajaron a las tres mujeres que fueron aplaudidas al llegar al suelo y después a los tres varones que, supongo, también debieron aplaudirse aunque el diario no lo especifique. Me pregunto sorprendida porqué se decidió por sexos el orden de salvamento y si en el caso que sus vidas hubieran peligrado los varones hubieran tenido el amable detalle de dejar bajar a las mujeres o las mujeres hubieran permitido que una desconocida ocupara el lugar de su pareja a quien, supuestamente, quieren. Poniéndome yo en esa situación y entendiendo que, en principio, me beneficia dicho sexismo, me pregunto qué hubiera hecho. A la par intento desentrañar el misterio por el cuál se acepta tan tranquilamente y con tanta normalidad que ellas tocaran tierra primero sólo por ser mujeres. Y qué se hubiera hecho si el número de hombres y mujeres no hubiera sido parital. Qué lógica se habría seguido entonces si es que alguna lógica a parte de la amable y sacrificada de Leonardo Di Caprio en el Titanic se ha seguido. No soy capaz de comprenderlo. Una revindica la igualdad, y la quiere. Por ello no preciso que me abran la puerta si no es por educación, me retiren la silla, pretendan ayudarme aunque no lo necesite o me muestren deferencia alguna por ser mujer, igual que no soporto que sirvan el vino para que lo pruebe a la persona del sexo masculino que me acompañe, ya que si a mi no me gusta el vino el vino no se va a consumir. Ir conmigo a un restaurante es aceptar que si algun o alguna camarera adopta actitud similar va a ser incriminado o incriminada, con una sonrisa, eso sí. Tampoco me gusta que sirvan las bebidas sin preguntar ya que normalmente se regentan por principios que entienden que la voll damm o el café con hielo va a ser para él y la clara o el café con leche para mí. Renuncio a cualquier tipo de "ventaja" que se me ofrezca en esta sociedad patriarcal por ser mujer, que hay muchas de estas mujeres liberadas y feministas que luego, cuando se trata de caballerosidad no pretenden ya la igualdad. Más que nada lo hago porqué apuesto por la educación y el buen trato, e igual que yo voy a abrir la puerta a mi acompañante si voy delante o dejaré pasar a las personas porqué me parece de educación, espero que los y las demás hagan conmigo lo mismo. De hecho demasiadas veces me ha puesto nerviosa el ceder el primer lugar a una mujer y ver, por su respuesta, que entiende como normal que esto suceda (y que por ello no da las gracias o no sonríe o no manifiesta agradecimiento alguno), sin tener en cuenta que, primero, yo también soy una mujer y que, segundo, es repelente pensar que por tener útero y tetas tienen que dejarte pasar.
En fin, que quizás es mejor que quedaran apresadas en el monumento de Colón -italiano, catalán, castellano...un hombre francamente internacional que no hubiera tenido problemas de fronteras y pasaportes porqué pertenece a todos los países- las personas que allí se quedaron, ya que si hubiera sido yo quizás habría sido más difícil decidir el orden del descenso y más problemática la solución final.
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