Wu Zetian

Wu Zetian
Emperatriz china; empezó de concubina y acabó de emperatriz. Casi como nuestra Leticia.

viernes, 14 de junio de 2013

Mujeres de plástico...los mitos de la regla

Llevamos toda una vida escondiéndonos, como si hiciéramos algo mal. Toda una vida sonrojándonos y hablando de "esos días" o de "cosas de mujeres". Pues no, señores y señoras: siempre ha sido la regla, la menstruación, esa sangre que puede provocar muchas cosas o dejarte indiferente. Porqué hay mujeres que una semana antes sienten que en lugar de pechos tienen cántaros, y otras que lloran al ver una tontería que las dejaría igual si no tuvieran una revolución hormonal que las alterara. Hay mujeres que sienten dolor menstrual, un dolor que las doblega y las pone de mal humor. Pero cómo no tener mal humor si tienes dolor? Un dolor que no puedes controlar? Hay otras que sienten ligeras molestias y están las más suertudas para las cuáles sólo significa sangrar. A una parte la regla les es regular y les dura pocos días. A otra parte las vuelve locas viniendo y marchando aleatoriamente. Sí, la regla, aquella sangre que mancha las bragas de las mujeres en edad de reproducción que están sanas. Su ausencia sólo puede significar o que bien ya no eres reproductiva o que no estás sana. Por ello no debería ser un tabú ni una gran desconocida. Los estereotipos falsos que la rodean quizás no serían tan populares: una mujer puede estar de mal humor porqué tiene la regla o porqué la persona de delante suyo es una gilipollas a la que no soporta. La regla la tenemos las mujeres pero no es cosa de mujeres: es cosa de personas. El ser humano se caracteriza por ser fértil todos los meses y todas las épocas del año, cosa que se evidencía con la regla. Así que los seres humanos somos como somos y hemos llegado donde hemos llegado gracias a esta regla que intentamos constantemente esconder, invisibilizar.


 Esa regla que nos altera, nos averguenza, nos inquieta. Esa regla que hace que cada vez que nos levantemos miremos compulsivamente si hemos manchado. Porqué sería poco menos que una transgresión el hecho de permitir que esa sangre impura se visibilice, se deje notar. Debemos tenerla en silencio, sin que nadie lo sepa, sin que nadie lo nota. Y si alguien se entera de que la tienes porqué el dolor o la alteración hormonal te incitan a gritar o a estar más suceptible es que eres una histérica, una mujer; inestable, con quien no se puede confiar, ligada a la naturaleza, fuera del dominio de la razón, una esclava de la especie. Pues saben qué? probablemente sea la ignorancia de los varones que nos rodean, los estereotipos y tópicos que la aprisionan lo que nos pone nerviosas. Quizás solo se trate de escuchar lo que pasa, ,lo que es. Cuándo alguién que no la tiene ha querido escuchar lo que pasa y lo que siento ha podido comprender de qué se trata. Al fin y al cabo no tengo polla y puedo entender lo que se siente cuando te patean los huevos. No es difícil comprender que se mueran del dolor y no es criticable que así sea. Nunca pensaré que son más vulnerables porqué una parte de su ser está así de expuesta. Más que nada porqué los genitales exteriores de los hombres, a diferencia de las ratas, cumplen una función que nos ha hecho ser quiénes somos. Qué culpan tendrán ellos que una patada allí les deje KAO.

Las mujeres no cagamos, no nos tiramos pedos, no tenemos pelo, no sudamos, no nos huelen los pies y el coño huele a rosas (o a pescado), no tenemos la regla, no parimos de manera real (dónde quedan en las representaciones de los embarazos las estrías, la celulitis, los pechos hinchados y enormes, la placenta, la mierda que cagas al distenderse todo al parir, la sangre post parto, la flacidez post parto, etc.)... las mujeres somos como plástico, como una muñeca... somos barbies, sonrientes personas siempre dispuestas a complacer las fantasías masculinas, siempre dispuestas a ser amables i dispuestas sexualmente, siempre calladitas, sin agresividad dentro o cosas por las que discutir u opinar de manera ferviente. Las mujeres somos como floreros bonitos, amables esposas o amantes, acompañantes esplendorosas con las piernas infinitas y suaves como la piel de un bebé...  pues saben? Todo esto mentira. Yo cago, me tiro pedos, sudo, me huelen los pies y mi coño huele a coño y me encanta, tengo la regla y tengo dolores de regla y aún no he parido, pero estoy segura que me saldrán estrías y se me hincharan los pechos, y si no cago será porqué me he puesto una lavativa previamente...no soy una muñeca. Si no me ducho no huelo a perfume. No soy un objeto y por ello no cumplo las perspectivas de aquellas personas que me observen como tal. Lo siento. El problema no es mío. El engaño que las propias mujeres se creen debe ser señalado. Quién quiera mujeres de plástico que se las compre. Yo, des de siempre, he preferido las reales.



Fotos sacadas de la siguiente página web:  http://bit.ly/153sbgV

Esta artista ha transgredido los códigos de nuestra sociedad; porqué podemos comer viendo cuántas personas han muerto en cualquier guerra con sus cadáveres pero no somos capaces de soportar una cosa tan natural y sana como la menstruación. La muerte no nos trangrede. Pero sí la sangre que permite la vida huamana.